viernes, 10 de junio de 2011

Valencia-Valenzia



Valencia se ha transformado definitivamente en Valenzia, y Cotino en Cotinno, y Camps en Campi. Y que me perdonen por la broma sobre Italia, pero es que la berlusconización de esa preciosa tierra es tan avergonzante como lo que ha ido sucediendo en la tierra de las flores, de la luz y del amor. Diez imputados en el Gürtel, diez, en sus respectivos escaños, dando una auténtica lección de coherencia política y penal; el presidente de la cámara impone un crucifijo en la mesa presidencial, regresando ineludiblemente al Nacional-Catolicismo; fuera, la policía apalea a Los Indignados, acaso creyendo que así dejarán de indignarse. Pero es que... ¿qué hacían allí esos niñatos? ¡Que se vayan a pasear a las pistas de los aeropuertos, que para eso están!, pensaría Camps-Campi. Valenzia es nuestra Little Italy, pero hay más esperando para subirse a ese dudoso pódium. Me pregunto si Cospedal se pregunt (ahora) por las minúsculas cuentas manchegas.
Y por cierto, cuando dicen que Los Indignados no tienen un programa, se equivocan: uno de los puntos de su código ético para los políticos (aparte de reducir el sueldo y que no haya pagas vitalicias, y que se supriman el senado y las diputaciones) es que la corrupción nunca prescriba. Ahora entiendo por qué les han dado porrazos hasta cansarse en Valenzia.

No hay comentarios: