jueves, 20 de mayo de 2010

Son of Sam, breve historia de un asesino en serie




Entre el mes de julio de 1976 y el mes de agosto de 1977 un hombre llamado David Richard Berkowitz aterrorizó Nueva York asesinando indiscriminadamente a seis personas e hiriendo a otra siete. Se hacía llamar Son of Sam (Hijo de Sam), y en una carta reveló que ese tal Sam era una especie de demonio que le incitaba a cometer los asesinatos, argucia muy común, pues sólo hay que recordar que a Charles Manson fue la canción Helter-Skelter de los Beatles la que le llevó irremisiblemente a asesinar a Sharon Tate y sus amigos. En realidad el Hijo de Sam sufría según los psicólogos de esquizofrenia paranoide.
Berkowitz fue arrestado en ese verano del 77, pero afirmó que no había sido el único asesino, sino que otros asesinatos los habían cometido los seguidores de un culto satánico. El investigador del caso estimó que era más que probable esa opción, pero no se pudo atrapar a nadie. El asesino en serie es hoy en día una figura más de la cultura popular, como bien reflejaba Oliver Stone en su película Asesinos Natos; baste decir que horribles criminales como Ted Bundy, que asesinaba y mutilaba a mujeres jóvenes, siguió recibiendo cartas de admiradoras (!) hasta el día de su ejecución. En el caso de Berkowitz, el verano de 1976 en Nueva York fue bautizado para siempre el Verano de Sam. Una curiosidad es que como las víctimas de Berkowitz tenían pelo largo y oscuro, las muejres de N.Y. de estas características se cortaron y tiñeron el pelo de modo masivo.
Pero volviendo a las raíces del caso, ese morbo, esa propensión al mayor tabú, que es acabar con otra vida humana, ha estado siempre ahí, como prueba la vigencia de canciones y películas sobre bandoleros, atracadores y asesinos (en muchas de las cuales se ensalza la figura de éstos). El ser humano debería mirarse hacia adentro y pensar por un momento cuál es la razón de esa fascinación. La respuesta es que entre el lado oscuro y el luminoso hay una línea tan tenue como la que separa el amor y el odio.
Uno de mis ídolos muertos, Elliott Smith, compuso esta canción, Son of Sam, en la cual compara su mente inestable y confusa con la del asesino. Su última frase es definitiva: "Soy un poco como tú, Hijo de Sam":

2 comentarios:

Anónimo dijo...

alguien que lee tu blog iba a hablar de la cancion de sufjan stevens sobre John Wayne Gaci Jr., pero internet es tan diligente que atopei este Blog : micanciondehoyblogspot.
si queres bótalle unha ollada

miguel otero dijo...

Gracias por la reseña. Entré en el blog, y es muy interesante, es una gran idea eso de proponer una canción por entrada. da miedo pensar que tantos artistas se sientan fascinados por(o se comparen con) asesinos innombrables, qué quieres que te diga.