jueves, 21 de enero de 2010

FBI: no hay casualidades



Pobre Llamazares: con el tomate que tiene en su propio partido, y va la oficina federal de investigación norteamericana y lo pone de modelo de retrato robot para terroristas islamistas. Y qué casualidad, ¿no?, que justamente utilicen a un político izquierdista para desarrollar los rasgos malignos de los archienemigos de Occidente. Las disculpas de la embajada norteamericana han sido tan tibias que producen vergüenza ajena. Yo de Llamazares no pisaría los EE UU, por si acaso, no vaya a ser que lo acribillen preventivamente en la zona de tránsito de un aeropuerto. Pero lo cierto es que, de haber querido elegir un rostro-patrón para terroristas islámicos, había candidatos tan buenos como Llamazares. Pienso, por ejemplo en Arenas, Zaplana o López Garrido, fácilmente imaginables con barba y turbante. Anque, claro... no son COMUNISTAS. Esa palabra sigue teniendo un peso excesivo en el imaginario norteamericano. Y produce cierto pavor pensar en los ficheros de personajes políticos o de cualquier índole que dispone el FBI. No me
extrañaría que me tuvieran a mí también, dado aquel lejano incidente que tuve con un profesor en Kansas a causa de la política norteamericana relativa a Cuba (ver entradas del blog tituladas "¡Kansas, Kansas!").
En el sector femenino, sin duda, yo usaría a Ana Mato, porque cuando le da un rayo de sol le salen los genes africanos a relucir (mirad la foto, mirad). Dicen las malas lenguas que un día estaba tumbada en la orilla de la playa... y miembros de la Cruz Roja se apresuraron a llevársela en camilla e hidratarla. Cuando vieron que no había patera se dieron cuenta del error.

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