lunes, 25 de enero de 2010

El mundo loco de Donnie Darko

Donnie Darko (Richard Kelly, 2001) es una película muy poco convencional, una de ésas que se denominan "de culto". Y en cuanto la vi, entendí que fuera de culto. Es diferente, hipnotizante, inteligente, complicada, y tiene unos actores realmente espectaculares (inolvidables un jovencísimo Jake Gyllenhaal, como Donnie Darko, o una seductora y turbadora Drew Barrymore como la profesora de literatura, o la madre de Donnie, o la hermana, Maggie Gyllenhaal) desde el primero hasta el último. Es una película acerca de un viaje en el espacio-tiempo, y de cómo se pueden cambiar el futuro y el presente alterando el pasado... pero también es una crítica feroz al conservadurismo científico o social, un canto a la inteligencia y al deseo de saber (compensación que tendrá Donnie Darko al haber cambiado el presente lúgubre que les estaba reservado), un alegato contra la violencia, contra la hipocresía y la mentira, también tiene las trazas de una película de adolescentes, con una parte de terror (Frank, el conejo gigante es inquietante). Las piezas del rompecabezas que es Donnie Darko acaban por encajar pese a la dificultad que la trama conlleva, no en vano hablamos de universos paralelos y la Teoría de Cuerdas, y en cuanto termina la película te pones a pensar en esas piezas: me recordó a cuando vi por primera vez dos películas determinadas, El planeta de los simios y El corazón del ángel, películas a las que les das mil vueltas hasta comprobar que todo está en su sitio, que increíblemente no ha habido errores pese a las muchas lagunas que entraña saber a ciencia cierta el mensaje final del film.
Y aparte de todo, Donnie Darko tiene una banda sonora realmente buena, con un comienzo inolvidable: suena The killing moon de Echo and the Bunnymen, y mientras tanto vemos a Donnie llegar a su casa en bicicleta recorriendo el clásico barrio residencial norteamericano, y vemos también los movimientos de todos los miembros de su familia, que parecen moverse a los acordes de la música, unas imágenes entrañables, que resultan conmovedoras sin saber por qué. Otra canción de la banda sonora es Mad World de Gary Jules, un perfecto colofón para dos horas intensas: una canción mágica para una película mágica. Ahí la tenéis. Recuerda muchísimo a R.E.M. (Debo agradecer haber visto esta película a dos personas: a mi sobrino Mario, y a mi hijo Miguel)

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