domingo, 11 de octubre de 2009

Moscas


Dicen que las moscas viven sólo veinticuatro horas. No me lo creo. ¿Cómo es posible, pues, que alguna mosca me dedique un tercio de su vida, es decir, las ocho horas nocturnas, pudiendo hacer cosas más provechosas? Si yo llevara una vida mosca, entonces me pasaría unos veinticinco años tocando las narices a la misma persona, ininterrumpidamente, con lo fatigoso que esto sería... a no ser que pensemos en diarios como El Mundo o emisoras como la COPE, que sí que se pueden pasar veinticinco o cincuenta años incordiando sin fin a los mismos. Son los "medios mosca", que en inglés se podía traducir como "fly media" (qué bien suena).
Pero lo simpático de estos repugnantes seres (sólo hay que verlos aumentados) es imaginar sus conversaciones, y el relativismo de su tiempo vital:
Mosca A: ¡Qué alegría verte otra vez! ¡Hacía lo menos tres minutos que no nos veíamos!
Mosca B: Cinco, exactamente cinco minutos.
Mosca A: ¿Has dejado tu puesto de mosca cojonera?
Mosca B: Sí, es muy cansado, peligroso por los manotazos, y además, sin moscosos. Llevaba tres horas trabajando de mosca cojonera, y ahora... al paro, a mis veinte horas de vida. Me quedan lo menos cuatro horas de vida sin hacer nada, retirado como una cigarra.
Mosca A: ¿Y tu mujer?
Mosca B : Falleció. Un accidente laboral: quedó aplastada en la pared por una espátula.
Mosca B: Tío, lo siento.
Mosca B: Dieciséis horas, sólo tenía dieciséis horas y seis minutos (solloza).
Mosca A: Hay que continuar, la vida es así. Fíjate que a mí me han destinado a un destacamento de moscas de la mierda. Sí, sé que no es peligroso, porque los humanos no se acercan pero...
Mosca B: Te comprendo. ¡Ah, quien fuera crisálida otra vez, sin disgustos, ni temores, ni el puñetero curre!

Así es la vida de una mosca.

No hay comentarios: