lunes, 21 de septiembre de 2009

Los libros del verano


Sí, yo también he leído a Stieg Larsson, lo confieso. Y debo decir que la primera novela me enganchó hipnóticamente: parecía Keith Richards delante de un a farmacia. La segunda, en cambio, no me gustó tanto. Y renuncio ya a la tercera, porque, por mucho que diga Vargas Llosa que es una obra maestra, a mí con 1700 páginas de Larsson me ha llegado.
Por otro lado, espero que aquellos que rechazan toda novela por ser de intriga o misterio sigan el ejemplo de Vargas Llosa, al que no se le caen los anillos por usar su tiempo con novelas policiacas en vez de invertirlo en obras tan sesudas e insobornables que
se te caen de las manos de puro aburrimiento.

Este verano leí muchísimo, acaso porque apenas podía andar debido a contracturas, lesiones varias, problemas con el tobillo, la cadera... en fin, parece que está hablando un ex combatiente, pero no, sólo soy un profesor de inglés con hiperlaxitud en las articulaciones y todos los problemas que esto conlleva.
Los libros fueron: Manual de literatura para caníbales de Rafael Reig (hilarante, altamente recomendable), La lluvia antes de caer de Jonathan Coe (bueno... prefiero La casa del sueño, la verdad, pero no está mal), Almas grises de Philippe Claudel (tampoco flipé), The light of day de Graham Swift (no la había acabado cuando la compré, hace años, y entendí por qué), Los hombres de la guadaña de John Connolly (me encanta John Connolly, me encantan Bird y sus amigos extraños, sus tramas diabólicas y preternaturales), What is the what de Dave Eggers (bueno, la historia es buena, dura, conmovedora, pero me costó tanto terminarla que no la terminé: le sobran bastantes páginas según mi opinión) y algo más que me dejo por ahí.
Lo que sí recomiendo es la colección de relatos de Tobias Wolff Aquí empieza nuestra historia; Wolff es para mí, uno de los grandes maestros del relato del siglo XX, y también del XXI. Wolff atrapa un trozo de vida y te lo presenta con todas sus ramificaciones y complejidades. Casi nunca son historias con un final, casi siempre terminan de modo abrupto, abierto, sería imposible de
otro modo. Si os gustaba Carver, os gustará Wolff, aunque para mí Wolff es superior. Especial atención a un relato, Una bala en el cerebro. La genialidad es que el escritor no muestra, como es tópico, lo que vio el hombre antes de morir, sino justamente todo lo que no vio, y de este modo vemos una perspectiva de toda su vida, cortada violentamente por un acto estúpido e irreflexivo. En Wolff lo trivial, lo habitual, adquieren condición de excepcional. Casi siempre hay un hilo perturbador que nos mantiene en el desasosiego. A ver si aprendo algo.

2 comentarios:

pedro dijo...

Aprovechando la coyuntura habra que matar dos pajaros de un tiro. En cuanto al Marca y compañia no comparto tu opinion ni la de tu prima Mercedes. Vale que la prensa deportiva -igual que otras como la rosa- no es el paradigma de la buena literatura ni mucho menos, pero siempre he pensado que es bueno leer aunque sea el hola, porque quien lee algo asi tal vez un dia le de por leer la biografia de lady di y descubra que eso de los libros no esta tan mal y entonces tal vez se compre el libro favorito de aquella princesa y luego ...

Evidentemento no todos los aficionados a los libros empezaron por el marca pero no deja de ser una posible entrada. Ni mucho menos para ser culto hace falta leer y en esto siempre me acuerdo del abuelo de Saramago.

Por tanto: que se lea auqnue solo sea los anuncios de contactos

A ver que yo recuerde las lecturas de este verano fueron mas o menos las siguientes:
La pasion india, que relata la vida de Anita Delgado la maharajani de Kapurthala.Me pareció una vida fascinante la de esta buena mujer casi analfabeta que de corista del kursaal paso a vivir en un pais tan diferente como la India y con un status tan superior.
El sanador de caballos, que vale para la playa y poco mas.
A Stieg Larsson y su bidon de gasolina. Yo tal vez lea el siguiente pero me temo que necesitare otro verano.
Amaranta y otros cuentos, de ... de ... , bueno en fin aunque ya los conocia, en este caso me quedo con Detras de ... y con mi amiga Greta y no comparto la opinion de Susana: Amaranta no me parece demoledor, mas bien oscuro.
El niño 44 y Los demonios de Berlin, mejor el segundo que el primero, me recuerda a algunas lecturas de hace muchos años ambeintadas en batallones de castigo, arenas del alamein etc.
Dejame entrar del sueco John Ajvide Lindqvist. Parece que va de suecos, no recuerdo como di con ella pero me atrajo enseguida. Muy recomendable, sus personaje principales Oskar y Eli son muy "humanos" y estan muy bien descritos. Engancha y entretiene. Solo encuentro un pero en un capítulo un tanto "casquerizante" pero el resto es muy bueno. La pelicula que hicieron posteriormente no la he visto pero no he oido hablar demasiado bien de ella.
Para terminar relecturas de Luis Sepulveda: El viejo que leia novelas de amor, Historia de una gaviota y el agto que le enseño a volar, Patagonia express ... que lastima que este extraordinario relator se haya perdido en no se donde porque sus ultimos libros estan en las antipodas.

Esta claro que en cuestion de lectura tu eres un profesional de esto y claro la diferencia es apreciable.

Y ahora se acerca el otoño y con esta estacion la cosecha literaria baja escandalosamente. Se admiten sugerencias

Mondoxíbaro dijo...

Miguel veo que te has quedado con el titular, pero a veces, los periodistas también tiende a trivializarlo todo, y en la busca de un titular, pues enuncian que Vasgas Llosa lo consideraba (al escritor Sueco y su serie Millenium) una obra maestra; pero escuchandolo o leyendo el párrafo, no dejaba de decir que le parecía una obra entretenida y no mencionaba para nada "una obra maestra".
Con eso no quiero decir que por leer el titular, también trivialicemos, confieso que yo también me había quedado con el titular (y no leo la prensa deportiva -la odio-, pues no deja de ser semejante a la mal llamada prensa del corazón o rosa).
Aludía en un comentario a una entrada sobre la hiperactividad, sobre precisamente la tendencia trivializarlo todo y la profesión periodistíca no iba ser menos.

Y en cuanto a las lecturas, casi popondría un meme, de las lecturas o libros leídos o recomendables.
He de decir que este semestre la lectura clásica, en papel, ha sido escasa; me he aficionado a la lectura digital -y no cuento los blogs que leo- sino, en formato .pdf (e-reader) de varios libros técnicos -de informática principalmente-, markentig, publicidad...etc.
En papel he leído a Manuel Rivas "A desaparición da Neve" (La desaparición de la Nieve), José Saramago "El viaje del Elefante" y la re-lectura de varios relatos de P.B Wodehouse y Jerome K. Jerome y su "3 hombres en una barca"