domingo, 19 de abril de 2009

El chimpancé Santino


Ya he comentado en otra ocasión que subestimamos las capacidades de los primates. Se ha ido descubriendo que tienen sentimientos de orgullo, envidia, venganza, solidaridad e incluso un germen de pensamiento religioso. Pero se seguía diciendo que los primates no poseían pensamiento a largo plazo, es decir, que no podían hacer planes. Pues bien, en un zoo de Suecia el chimpancé llamado Santino (ahí, a la izquierda) se dedicaba a recolectar piedras para después lanzárselas a los visitantes. Y como le retiraron las piedras, se puso a buscar proyectiles en partes débiles de muros de cemento. Caray con Santino: llegará a algo. Esto se va pareciendo a "El Planetas de los Simios". Tal vez un día chimpancés, gorilas y orangutanes inicien una rebelión "santinista", en honor al precursor, y dominen la tierra, y nos releguen a zoológicos y servicios domésticos. Nos lo mereceríamos. Quién sabe si acabaríamos enamorándonos de chimpancés u orangutanas. En rigor, lo que demuestra el chimpancé Santino es que está a un pasito de ser humano, pues una característica primaria de ser humano es devanarse los sesos para jorobar al prójimo. Y viendo el comportamiento sociópata de algunos alumnos de colegios e institutos, no descarto que un día nos manden chimpancés a los centros educativos. Dudo que resultaran peores que esos "algunos". Yo, por mi parte, estaría encantado de tener algún primate en clase. Total, ya que casi nadie atiende, por lo menos tendría algo en que entretenerme... hasta que empezase a recolectar tizas y borradores y me dejase acribillado.

No hay comentarios: