lunes, 13 de abril de 2009

Appaloosa



He tenido la fortuna de ver la película "Appaloosa", dirigida por Ed Harris y protagonizada por él mismo, Viggo Mortensen, Renée Zelweger y Jeremy Irons. La película sigue la estela del western contemporáneo, cuyo inicio yo pondría en "El jinete pálido", y cuyo mejor exponente ha sido, desde mi punto de vista, "Sin perdón", esa obra maestra de Clint Eastwood con tres monstruos de la pantalla como él mismo, Morgan Freeman y Gene Hackman. "Appaloosa", además, bebe de las fuentes del western clásico, y creo ver influencias de "Pasión de los fuertes", otra obra maestra de John Ford, en el personaje del marshall Virgil Cole (Ed Harris). Hay que felicitar a ese grandísimo actor que es Ed Harris, uno de los pocos actores actuales que llenan la pantalla por sí solos, por lanzarse a la dirección, producción y adaptación de este film, cuyo único punto débil (siempre desde mi parcialísimo punto de vista) es la inclusión de Renée Zelweger, o como demonios se escriba, pues, lo confieso, no la soporto, ni soporto su voz. Excelente también Viggo Mortensen en su papel hierático, y Jeremy Irons (otro de los grandes), en su papel de cabronazo ilustrado. En fin, que a nadie le eche atrás el hecho de que sea un western, dado el poco aprecio que le tiene la gente al género actualmente, ya que la historia, como todas las historias buenas, es universal: la bondad y la maldad se diluyen, como debe ser. Y para los detallistas, que aprecien la excelente, escrupulosa ambientación de las escenas, con un excelente vestuario, incluido el de los indios chiricahuas, que, increíblemente, parecen indios chiricahuas. Parece una tontería, pero no lo es: estoy harto de ver a apaches con penachos de plumas sioux, o jefes indios con la sombra de la barba y los ojos azules. Por fortuna, estos dislates no suelen suceder en los buenos westerns contemporáneos. Sí sucedía en los clásicos, pero es que en aquellos tiempos la verisimilitud les importaba un pepino: importaba más la historia en sí, y el mensaje de América como Nueva Frontera conquistada con el rifle y la Biblia.

(A Pedro Díaz y a mi hermano, que les gusta mucho el género)

1 comentario:

pedro dijo...

A pesar de que tenia muy buena pinta se me escapo Appaloosa, un poco por dejadez y otro poco porque el cine y yo estamos pegados: demasiadas malas peliculas a un precio desorbitante.

En cuanto a las peliculas del oeste reconozco que son una de mis debilidades, consecuencia clara de muchas tardes de sabados y vacaciones en la unica television de España de hace muchos años. Ese genero y el de espadas (romanos, piratas, caballeros) eran lo mejor que se podia desear para despues de comer. Recordando la cantidad de horas que jugue a los vaqueros en mi casa con el cinto caido a la altura de la mano para poder sacar mas rapido (bastaba con eso pero tambien estaba el sombrero y la estrella de sheriff) hace tres o cuatro años estuve tentado de regalarles a mis sobrinos unos trajes con chaleco, pantalon , pistola ... pero cai en la cuenta de que seguramente no les llamaria la atencion ya que el genero se abandonó hace ya varios años, a pesar de que de vez en cuando sigue habiendo joyas (Sin perdón, El jinete palido, El ultimo mohicano ...)

Desde luego nadie como John Wayne para protagonizarlas o John Ford para dirigirlas pero puesto a elegir me quedaria con El hombre que mató a Liberty Valance. Pero muy seguidas del resto, cualquiera de los rios: Rio rojo, Rio Bravo, Rio sin retorno, Rio Lobo. Impagable La leyenda de la ciudad sin nombre con Lee Marvin cantando. Epicas como Murieron con las botas puestas, La conquista del Oeste, o Un hombre llamado caballo... Hay cientos: Chisum, Colorado Jim, Valor de ley, Los cuatro hijos de Katy Elder, Hasta que llegó su hora, Winchester 73, Dos cabalgan juntos, Los siete maginificos, Horizontes de grandeza, Pasion de los fuertes , Raices profundas (quien no recuerda a Shane-Alan Ladd) e incluso algun que otro espaguetti (el bueno , el feo y el malo, Por un puñado de dólares ...)

Al final a mis sobrinos les termine comprando us disfraz de policia con sus esposas, chaleco fosforito y por supuesto porra.

A mi por mi parte, aun me vuelven los recuerdos cuando en alguna pelicula aparecen los pasisajes de Monument Valley.