domingo, 22 de marzo de 2009

¿Persecución?


Dicen que Azaña decía siempre, cuando se veía obligado a intervenir en el Parlamento: "Hoy no iba a hablar, pero..." Pues yo no iba a hablar del lince, ni de que la culpa de la horrible pandemia del SIDA en África sea del preservativo (Benedicto dixit... y pixit; en la foto parece estar con el Rey León, pero es la esposa del presidente africano), pero es que fue oír por la radio a un obispo quejarse de la ¡persecución! a la que se somete a la iglesia católica, y arengar a sus acólitos para que se manifiesten contra un gobierno que desea aniquilar niños, y cruzárseme los cables una vez más. Persecución. Sí, tal vez ese señor se cree que estamos en la China de Mao, o incluso en la España de Franco, ya que en ambos lugares existían prohibiciones y persecuciones en sentidos radicalmente opuestos. Que la jerarquía caolica afirme estar siendo perseguida me parece una broma sin gracia, una gracieta casposa de Arévalo o de Marianico el Corto: si tanto les ofende la política del gobierno actual, deberían ser justos y rechazar el dinero del contribuyente que este gobierno les dona (cobardemente, dicho sea de paso); si creen que el lince es equiparable al niño del cartel, que tendrá unos seis u ocho meses, pues adelante, que sigan con esas mentiras tan escandalosas (que son pecado, por cierto), que continúen intentando convencer a sus fieles de que el malvado gobierno, solo equiparable a la maldad de la madrastra de Blancanieves, obligará a abortar a todas las embarazadas, igual que obligó a todos los diputados de derechas a divorciarse (que también es pecado); si quieren seguir haciendo creer a la gente que esas cuatro células utilizadas en la selección de embriones poseen personalidad propia y son capaces incluso de hacer una redacción sobre quién es el rey para ti, ¡pues vamos ya, ánimo!; si creen que hacen algún bien rechazando el uso del preservativo en África, con las terribles consecuencias que esto tendría, pues muy bien, allá su conciencia. Pero basta ya de sarcasmos: ¿Cómo pueden personas que (teóricamente) no han conocido ni conocerán las relaciones sexuales ni nunca (teóricamente) serán padres o madres, intentar dar lecciones sobre sexo, maternidad, paternidad, relaciones sexuales y demás? ¿es que se creen que por estudiar teología, y asignaturas tan surrealistas como "Dios, Uno y Trino", poseen el argumento de la razón? ¿es que no tienen memoria, y no recuerdan a quiénes se ha perseguido en este país en toda nuestra historia, y quiénes han puesto todos los medios y bendiciones para que se ejecutasen tales persecuciones, obviando mensajes cristianos como "amar al enemigo" o "amparar al perseguido" (solo se ampara a los curas "perseguidos" de las parroquias de Boston y demás ciudades norteamericanas por razones que todos sabemos)?
Que sigan así, que se quedarán solos. Y que Martínez Camino, ese portavoz grimoso, vea "Camino" de paso (valga la redundancia) y se les revuelvan un poco las tripas. Y que nos dejen en paz a todos, y se dediquen a sus parroquias, cada vez más vacías, cada vez más alejadas de la sensibilidad de los ciudadanos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si afirmas que no todos los politicos son iguales no puedes hacer
luego la reflexion de "que se vayan y nos dejen en paz" aunque sea
en otro ambito. No toda la iglesia es igual, hay muchos sacerdotes
que disienten y teniendo ideas logicas en su ambito como pueden ser
las anti aborto tambien piensan en lo absurdo del condon. No es
preciso ir al tercer mundo para encontrar diferencia de opinion.

La iglesia deberia cambiar muchas cosas pero no solamente la
iglesia, cada uno que se mire su ombligo antes de opinar.