lunes, 2 de febrero de 2009

Un misterio desvelado

Siempre me había preguntado por qué son los mismos objetos los que desaparecen en las casas, a saber, gomas, lápices, bolígrafos, rollos de celo y, sobre todo, calcetines. Para los calcetines tenía una explicación científica: la centrifugación crea un campo de fuerza negativo, una especie de agujero negro que los absorbe; no obstante, ¿por qué solo desaparece uno del par, y no los dos?
Pues un día puse el Lp de Tom Waits "Swordfishtrombones" y me fijé en la letra de su primer tema, "Underground". Ahí empezó todo. Relataré algunas de las cosas que testimonia:

"Hay una gran ciudad oscura, es un lugar que he hallado, un mundo subterráneo en marcha (...) Están vivos y despiertos mientras el resto del mundo está dormido, bajo las galerías de las minas, colgando de las raíces que conectan ciudades hay un mundo subterráneo en marcha".

Entonces lo comprendí todo: el viejo Tom me ayudó con su imagen visionaria, pues dicen que los niños, los locos y los borrachos son los únicos que perciben la verdad.. Supe por qué , por qué lo que ve se ve durante el delirium tremens no son bichos, sino gnomos y duendes que vigilan; por qué en los manicomios los internos no paran de quejarse de hombrecillos que vienen a molestarles; o por qué tantos niños afirman ver enanitos en sus cuartos cuando se despiertan por la noche: no es su imaginación: están allí, robándoles un calcetín de cada par, llevándose artículos de escritorio, escurriéndose al abrigo de la oscuridad para volver a penetrar en su mundo subterráneo siempre en marcha. Acaso haber visitado esas ciudades sombrías atestadas de frenéticos enanos fue lo que provocó un giro tan sorprendente en la música de Tom Waits, allá por los años ochenta. Sí, por supuesto que sí. Él ha estado allí. Su testimonio se asemeja al manuscrito de la botella del relato de Poe.
Hoy, después de palpar paredes, columnas y suelos, he encontrado una extraña trampilla disimulada debajo de mi cama. Me he asomado, y solo he visto una sima de tinieblas. Entraré, descenderé aunque llegue al tejado del infierno, y por fin podré ver esas ciudades enormes y tenebrosas edificadas a base de artículos de escritorio, pobladas por enanitos ataviados con prendas recortadas de malolientes calcetines.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me recuerdas a los Fraggle, la creacion del genial Jim Henson. Si hago memoria recuerdo el agujero en la casa del inventor por el que podías entrar a un mundo paralelo y desconocido para todos los humanos, aunque no para el perro Sprocket. También existían los Curris, seres aún más pequeños que los Fraggle que se dedicaban a hacer torres, puentes y carreteras hechas vegetales y obtenidas de procesar los nabos y rábanos de un huerto. Todas estas construcciones luego se las comian los Fraggel pero a los curris no les importaba porque asi podian seguir construyendo que era lo que mas les gustaba. Tambien estabasn los Goris que intentaban atrapar a los fraggle, la señora Basura y sus respuestas/acertijos ... en fin una gozada de serie a años luz de lo que vino despues: songoku, oliver y benji, la de las niñas voleibolistas ....