viernes, 9 de enero de 2009

Recuperando la memoria histórica


El pasado diciembre conocí a Santiago Macías( o más bien volví a conocer, pues nos habíamos conocido brevemente en 2002, cuando presenté "Alas Negras" en la librería Siena de Ponferrada). Santiago Macías es el vicepresidente y co-fundador, junto con Emilio Silva, de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica, lo cual me llena de orgullo, pues es ponferradino como yo y la iniciativa de la Asociación va a cambiar muchas cosas en España (ya las ha cambiado). Mi encuentro con Santiago fue debido a la novela que estoy redactando: necesitaba saber sobre el protocolo que usan cuando realizan una exhumación, el tipo de material, cuánta gente necesitan, etcétera. Me aproveché de su poco tiempo libre, y Carola y yo subimos a la ciudad universitaria (ahí estamos en las fotos con Santiago), donde Macías estuvo relatándonos un gran número de historias y anécdotas relacionadas con su trabajo, además de presentarnos a algunos colaboradores y mostrarnos los procedimientos para identificar el sexo y la edad de los esqueletos hallados en las fosas, y las causas de su muerte (había dos esqueletos de una fosa de El Bierzo tendidos sobre unas mesas: un auténtico rompecabezas anatómico).
Aparte de la labor de la Asociación, que respeto y admiro, me llama la atención la edad media de sus socios o colaboradores; baste decir que Santiago empezó esta aventura con Silva cuando tenía poco más de veinte años: para que luego digan que los jóvenes tal o los jóvenes cual. Y también me llama la atención la humildad de este hombre, cuyos esfuerzos se han hecho eco en toda España, ya que la ARMH está presente por doquier en asociaciones regionales. Esto demuestra, por otro lado, la cantidad de muertos enterrados en fosas comunes que aún quedan en España, y la necesidad que había de alguien que elevara la voz para restaurar la memoria de los asesinados.
Por supuesto que no deja de sorprenderme el rechazo de ciertos sectores a estas iniciativas; por ejemplo, que la Iglesia diga que hay que olvidar el pasado es una aberración, primero, porque ellos no olvidan el pasado y no paran de canonizar o beatificar curas y monjas asesinados en la guerra, y segundo, porque debían ser conscientes de que muchos de esos asesinados republicanos también eran cristianos, y creo que el entierro de los muertos sigue siendo un sacramento (aunque depende para quién, claro): ¿se puede negar el derecho a enterrar a un familiar? Hay gente de misa diaria que cree que sí, ¡que los rojillos dejen de molestar, que fueron muy malos! País. Y de la derecha... hasta que se libre del yugo del franquismo (es decir de las directrices de FAES y de Ánsar) esto no podrá llegar a una auténtica normalidad, la guerra civil seguirá siendo un tema de acalorados debates, sentencio.
En fin, gracias a la Asociación por haber devuelto a la gente el derecho a recuperar los cuerpos de sus familiares asesinados arbitrariamente, y por sacar a la luz las atrocidades que se cometieron a lo largo y ancho de este país (con esto no quiero decir que no sucedieran en el sector republicano, pero la diferencia de matiz es clara, pues el gobierno republicano intentó poner freno a los desmanes, mientras que Franco organizó el exterminio durante y después de la guerra: eso es innegable por mucho que digan los de siempre). Gracias a Santiago Macías (y a Emilio Silva) por el coraje, la humildad y el tesón. Y ojalá un día unos y otros, Iglesia y derecha incivilizada, puedan ser capaces de asumir sus errores del pasado, como hicieron los perdedores. No sé si lo veré.
(Por cierto, si queréis leer un libro interesantísimo sobre el maquis en el noroeste de España, leed "El monte o la muerte" del mismo Santiago Macías.)

(A Santiago Macías, y a todos los muertos y sus descendientes)
(Contra los negacionistas de este país)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Miguel, te agradezco mucho tus comentarios y espero poder verte de nuevo por Ponferrada con algo más de tiempo.
Un abrazo para los dos
Salud

Santiago Macías