lunes, 3 de noviembre de 2008

La reina y yo


Con todos mis respetos, considero que Sofía de Grecia se ha desmelenado en su biografía. Sofía de Grecia, antes de lanzarse a hablar de lo divino y lo humano, tal vez debería pensar que sus "súbditos" somos los que le pagamos a ella y a su prolífica familia el envidiable tren de vida que llevan, porque, no sé si se ha dado cuenta, pero ha ofendido como poco a la mitad de los españoles. Que diga de puertas adentro que está en contra del aborto, y de la eutanasia activa (vaya nombre más turbador, la verdad), pues me parece normal: tiene todo el derecho a tener sus opiniones, como todo el mundo. Que le comente a quien sea en privado que el matrimonio de homosexuales no debería llamarse matrimonio, pues vale, aunque no sabía que era lingüista especializada en semántica para hacer tales afirmaciones. Ambos asuntos son opinables, por supuesto, aunque sé que muy pronto todos aquellos que están en contra furibundamente cambiarán de parecer cuando sufran en sus carnes ambas contingencias, como ha sucedido siempre con la derecha en este país(ya veremos lo que pasa con las células madre). Pero que Sofía de Grecia, reina de España, diga que ser republicano en este país es un anacronismo similar al de ser monárquico en Francia... Vamos a ver, Sofía de Grecia: los franceses han vivido en una república desde hace unos 220 años, es decir, casi nueve generaciones sin monarca. En España solo llevamos una generación (poco más: treinta y tres años) con la monarquía, lo cual hace que las comparaciones sean odiosas. Además, Sofía de Grecia, hay que ser justo tanto con lo que supuso para partidos republicanos aceptar ddemocráticamente la monarquía como con el exquisito trato que les han dispensado los republicanos a los monarcas (a excepción de ERC, que con gente como Pilar Rahola o Carod Rovira consiguen que crezca el número de monárquicos en este país), y, sobre todo, no nos olvidemos de por qué y gracias a quién en España se reinstauró la monarquía. Recordemos que España era una república que sucumbió a una rebelión en una guerra civil para convertirse en una dictadura, y que el dictador, es decir, Francisco Franco Bahamonde, fue quien decidió que a su muerte España volviera a ser una monarquía. No olvidemos que los actuales reyes de España fueron tutelados por el infausto ferrolano, algo que casi todo el mundo quiere olvidar, pero que está ahí, independientemente de la labor que desarrolló el rey durante y previamente a la Transición, haciendo encaje de bolillos y sufriendo los insultos del búnker. O sea, Sofía de Grecia, con todos mis respetos, antes de hablar, recuerda quién eres (debes ser ecuánime con tus súbditos), por qué estás aquí. y cuáles son tus derechos y deberes. Tu labor, y también tus privilegios, implican una ecuanimidad que nunca debes omitir habida cuenta de que, lógicamente, tanto el rey como la reina, como el príncipe y demás (y no me hagan hablar de Iñaki Urdangarín, por favor), son los que más deben cuidar sus palabras. Ese es el peaje que se debe pagar si se quiere seguir ahí por una mera cuestión de hemoglobina. Con todos mis respetos.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como dicta la Constitución en el artículo 14, "Los españoles son iguales ante la ley...". Pero la realidad
no nos muestra la mismo, la familia Real cuenta con una serie de privilegios únicos y exclusivos, de los
que el resto de los españoles no disfrutamos. Que yo sepa eso no es igualdad ante la ley.

Es absurdo que en nuestros días subsistan monarquías obsoletas que suponen privilegios inadmisibles
en una sociedad de libertad, justicia social y el principio de igualdad para todos los ciudadanos

La justificación fundamental de La monarquía era de tipo confesional: el heredero de la corona siempre lo era
por la gracia de Dios, que era quien ponía una alma determinada en el cuerpo del hijo de un rey. Incluso la
victorias, derrotas y traiciones reales tenían una justificación divina: el rey ha muerto ¡viva el rey!

Quizás las reconversiones a monarquías parlamentarias tuvieron alguna razón de ser en el día en que fueron
acordadas, pero ya no más. En los estados democráticos y no confesionales la monarquía no tiene sentido
alguno, se mire por donde se mire. Y los crudifijos y misas en actos oficiales menos aun.

Hoy las monarquías se mantienen básicamente gracias a un inmovilismo institucional, una falta de crítica y
transparencia auspiciada por las leyes que protegen a las familias reales y una constante campaña promocional
global a través de los medios de comunicación en general y la prensa del corazón en especial.

Por otro lado la constitucion tambien asegura un trabajo, una vivienda digna ... y todos sabemos que eso no es mas
que una declaracion de intenciones, no me cabe duda de que una gran parte de la sociedad española se declara mas
juancarlista que monarquica y que con toda seguridad posteriormente sera felipista, mas alla tengo mis dudas.
No hay ningun problema en que la gente exprese sus opiniones sobre temas de actualidad, lo contrario se llama
censura y asi es cualquiera que sea el motivo, "real"o imaginario, el problema es cuando la sociedad en la que
vivimos es lo suficientemente corta como para crear polemicas de opiniones personales, recuerdo ahora cuando hace unos
meses, el rey expreso acerca de la negociacion con eta y dijo algo asi como "pues habra que intentarlo" y nadie se rasgó
las vestiduras a pesar de la polemica que habia sobre las negociaciones. Que ahora la reina opine sobre una serie de cuestiones tampoco deberia sacarse de contexto.

En todo caso me resisto a pensar en presidentes de la republica tan integros como Touriño o Huguet, el consejero catalán de Innovación, Universidades y Empresa que ha nombrado este verano a Alfons García Martínez como asesor especial de su Departamento con un sueldo de 87.596,86 euros anuales, lo curioso es que el nombramiento tiene efectos retroactivos al 30 de noviembre de 2006, es decir, a hace casi dos años. Prefiero a Felipe y Letizia, no se muy bien porque, pero los prefiero.

Bastante mas tristeza me produce el hecho de las prebendas que se autoconceden los consellers, xunteros y demas
con total desprecio del cargo publico que ostentan. Eso si me parece vergonzoso y lo es con independencia del
partido o ideologia que profesen cuyos maximos representantes no solo no lo persiguen si no que lo alientan.

¿Como es posible que los "padres de la patria" puedan salir a la calle y que no se les caiga la cara de
vergüenza? Si son ellos los que hacen las leyes y todos ¿somos? iguales ante la ley, ¿por qué todos, menos
ellos, tenemos que cotizar durante 35 años y la base máxima los últimos 15 para poder tener la
pensión máxima, y ellos con ir a Madrid, con gastos pagados por supuesto, durante tres días a
la semana y ocho meses al año, durante once años, ya tienen lo que al resto de los cotizantes
nos cuesta más del triple?

Se entiende fácilmente porque son los parlamentarios peor pagados de Europa, y como los salarios
de los españoles son los más altos, en esos 35 años podemos ahorrar para compensar.

También aumentan los vehículos a disposición, los gastos de locomoción, la partida de bono-taxi,
las dietas, las asignaciones a los grupos... y muy por encima de lo que legislan para los funcionarios,
porque a éstos la gasolina les cuesta menos, les hacen rebaja en la cesta de la compra, en la guardería,
en la Universidad, etcétera. Otra curiosidad más es que a los de Madrid les dan una ayuda para vivienda.
¿Dónde vivían antes?

De esto no ha trascendido ninguna discusión entre el PP y el PSOE, y tampoco se ha oído hablar a IU ni a
ningún otro partido o parlamentario. ¿Por qué será?

Anónimo dijo...

En nuestro caso no hay que olvidar que si bien la monarquia fue inicialmente herencia de la dictadura, posteriormente la constitucion que se aprobo ampliamente por mayoria la reafirma y en consecuencia no hay porque poner pega posterior, mucho mas cuando en mas de treinta años ni tan siquiera se ha cuestionado con un minimo de seriedad.

Las monarquías parlamentarias han sustituido sus derechos históricos por una Constitución que les confiere legitimidad, aceptando un papel simbólico y neutral y sin poder ejecutivo. Por lo demas existe un pacto implícito por el que ellos fingen que no tienen criterio y los demás nos creemos que no nos importa la herencia de la sangre revestida de tanto pompa y circunstancia.

Nuestros reyes siempre han recibido alabanzas por el ejercicio profesional de su papel. Siempre estan donde se supone que deben estar y su silencio juicioso era síntoma de profesionalidad.
Pero ahora resulta que la reina es de carne y hueso : no tiene simpatía por el presidente de EEUU - cosa por la que nadie le critica -, está contra el matrimonio homosexual y otras opiniones. Por mi parte, estoy dispuesto a considerar que mi relación con la Reina no ha cambiado: actualmente no me planteo la Monarquía en España, de todas maneras y dado que no somos muy proclives a la moderacion mejor evitar estos deslices