miércoles, 9 de abril de 2008

69 canciones de amor






El año 2000, aparte de traer la confusión generalizada sobre si era el primer año del tercer milenio o el último del segundo, trajo un disco de esos que debes conocer e incluso escuchar, e incluso, fíjate lo que digo, comprar. El disco (en realidad, los discos, pues es un álbum triple) en cuestión se titula 69 Love Songs, y su autor, esa banda extraña liderada por Stephin Merritt, The Magnetic Fields. No creo en las casualidades: seguro que Merritt eligió ese año fronterizo para elaborar un disco conceptual en la frontera de todo.


¿Qué puedes hallar en él? pues un poco de todo, desde música experimental hasta baladas estilo Leonard Cohen, a pop francés, folk americano, jazz, blues, folk irlandés, pop-rock de los 80, homenajes a Billie Holiday, reggae, melodías de los años veinte y treinta, y todo lo que puedas imaginar. Y lo más importante en este disco, aparte de su teórica simplicidad y de las voces de Claudia Gonson, Dudley Klute, LD Beghtol, Shirley Simms y el mismo Merritt(cada una perfecta en su registro) , es la ironía, por no decir la sátira de sus letras. Merritt ironiza sobre el amor, la sexualidad, la moda, las relaciones personales, los tópicos, y, sobre todo, acerca de todas las variedades del amor, el heterosexual, el homosexual, el bisexual, desde el celópata al síndrome de Wendy, siempre desde una óptica humorística, paródica, extremadamente inteligente.

Hay canciones que se autoparodian, y siguen siendo canciones de amor inolvidables como All my little words, la cual, para los amantes del inglés, incluye un neologismo sensacional: "unboyfriendable"; canciones en que un soldado sale del armario y se enamora de su compañero en una noche loca de permiso en París (The night you can't remember), con la insuperable línea: "Tú no te acuerdas de París, pero París aún se acuerda de ti"; canciones de amor no correspondido, como Busby Berkeley dreams, en que el enamorado sigue viendo a su amante danzar en los escenarios giratorios de los musicales de Berkeley; hay lunas que canta un blues, y Clinton acompaña con su saxofón, con un sonido de soledad; sátiras a la moda como Underwear; canciones de amores imposibles que llevan al rechazado la adicción, como Reno Dakota; canciones de violencia conyugal con asesinato incluido, una versión perversa de Pimpinella, como Yeah! Oh yeah!...

69 Love Songs no es un álbum más. Es, en rigor, uno de los álbumes más originales e inteligentes (incido especialmente en esta palabra) que he oído en mi vida. Stephin Merritt, también periodista de profesión, no defrauda a nadie. Es neoyorquino hasta la médula, pues de todos los estados de los EEUU, solo en esa ciudad, esa Babilonia moderna, se pudo grabar algo así: canciones con mensaje, con referencias literarias, cinéfilas, políticas, filosóficas... Un bicho raro en este mundo tan adocenado. Sería imperdonable pasar por este mundo sin haber oído este disco inigualable.
A Carola, Queen of the Savages

1 comentario:

Hausdorff dijo...

Don't fall in love with me yet. We only recently met. True, I'm in love with you, but you might decide I'm a nut. Give me a week or two to go absolutely cuckoo. Then, when you see your error, then you can flee in terror like everybody else does. I only tell you this cause I'm easy to get rid of, but not if you fall in love. Know now that I'm on the make, and if you make a mistake, my heart will certainly break. I'll have to jump in a lake. And all my friends will blame you. There's no telling what they'll do. It's only fair to tell you, I'm absolutely cuckoo :D